
Una infancia entre volcanes, bastones y haciendas donde las memorias aún respiran en el viento. En este episodio, la abuela recuerda a su abuelo Pachito —maestro, cómplice y primer héroe— y la magia de La Hacienda Zotoluca, donde aprendió a mirar la vida. Un homenaje a las raíces, a las despedidas y a la certeza de que quienes amamos nunca se van del todo.