
Las inseguridades, los miedos y defectos hacen que tengamos rechazo hacia nuestro propio cuerpo, y esto ocasiona que no lo aceptemos o valoremos. Cada defecto se vuelve parte de un todo y sentimos que opaca alguna parte "bonita" que podamos tener. Hoy en este abrazo con palabras, te quiero animar, para que des ese gran paso de empezar a ver tu cuerpo como un templo y que por fin la guerra que tienes con él, llegue a su fin. Te quiero y te abrazo con palabras. Eres hermos@!