La felicidad está en cada cosa que hagas y te plantees la meta de disfrutar intensamente, y aunque claramente 2020 fue un año atípico que nos tomó desprevenidos, lo cierto del caso es que también fue un momento para escucharnos, sanarnos y crecer.

Nadie nos garantiza que un cambio de año también traiga consigo un cambio en nuestras vidas, pues para que eso se pueda materializar, hace falta una pizca de voluntad, un manojo de actividades concretas que nos mantenga focalizados y un deseo enorme de que cada día sea mejor al de ayer.

Así que mi invitación para la llegada de este nuevo año, es que sonrías más, disfrutes más y seas quien realmente mereces ser, muchas bendiciones. 

Con amor Karina