
Señor, que en los momentos en los que nos sentimos insuficientes o temerosos de dar un salto de fe ante tu llamado, encontremos en la oración y en la intimidad contigo la fuerza para seguir. Que seas Tú quien suscite en nuestro corazón el propósito que tienes para nosotros, para que podamos servirte con alegría, dando siempre la honra y la gloria a Ti, Papá. Que no seamos como aquel que esconde su talento, sino siervos fieles e incansables en tu obra.