
En este programa, el Apóstol Carlos Oroño nos revela cómo Dios mira más allá de lo que los ojos humanos ven. Cuando Samuel pasó a los hijos mayores de Isaí, todos parecían los indicados, pero Dios tenía un plan diferente: el más pequeño, David, fue elegido para ser rey. A través de este ejemplo, aprendemos que Dios ve el corazón, la fe y el propósito oculto, y que incluso los que parecen insignificantes ante el mundo pueden ser instrumentos poderosos en sus manos