
Como primer invitado quise tener nuevamente a mi papá, Ramiro Agudelo, para que desde su perspectiva nos ayude a entender cómo acercándonos a este proceso desde el amor y no desde el dolor, desde el agradecimiento y no desde la pérdida, podemos sanar el alma y honrar a los seres que trascienden como los maestros que fueron en nuestras vidas.