Nuestra personalidad abarca un abanico de facetas todas ellas construidas en la infancia como defensa o protección antes situaciones que nos desbordaban y no encontraban contención. O bien porque no había adulto presente que nos acompañará o bien porque los que había aunque estaban en cuerpo no lo estaban a la medida de nuestra necesidad. Está construcción puede ser muy dañina si se vive de manera involuntaria y automática, puede que nos permita salir airosos en nuestras relaciones pero no nos permite elegir un camino nuevo, libre y creativo. La personalidad siempre va a estar sin embargo debería de ser una función que pueda ofrecer un servicio y no una barrera. Esto comienza a suceder cuando aparece la autoridad interna, el adulto interno, esa parte que acige el dolor que generó la defensa y desde ahí puede tomar decisiones nuevas. En este podcast trato de recoger estás imágenes para retratar un poco este funcionamiento y poder verlo de manera compasiva pero también evolutiva. No como un impedimento sino como un camino de crecimiento. Espero que lo disfrutes.