
¿Alguna vez el miedo te ha paralizado? Hay momentos en los que el miedo se siente como una tormenta en el pecho: el corazón late rápido, las manos sudan y la mente no deja de repetir… “¿y si no puedo más?”
El miedo paraliza, la ansiedad roba el aliento… pero Dios susurra: “No tengas miedo, Yo estoy contigo” Deuteronomio 31:6. En este episodio hablamos de cómo enfrentar la ansiedad y caminar hacia la libertad en Cristo. Porque no se trata de negar el miedo, sino de aprender a enfrentarlo con la fe puesta en Aquel que nunca nos deja.