
¿Alguna vez has sentido que das más de lo que recibes, que te adaptas para no incomodar o que aceptas menos con tal de no quedarte sola?
Puede que no sea casualidad. Puede que sea la herida de abandono hablando por ti.
En este episodio vamos a reconocer esa herida que suele nacer en la infancia y que, sin darnos cuenta, sigue dirigiendo nuestras relaciones, nuestros miedos y nuestras decisiones.
No para culpar a nadie… sino para reconocerla, entenderla y aprender a no dejar que siga decidiendo por ti