
¿Cuánta energía, cuánto tiempo, cuánta paz mental sacrificamos tratando de asegurar cada pequeño detalle, cada posible escenario? Buscamos constantemente apoyos y sustentos materiales que, creemos, van a blindar nuestra vida para que nada pueda fallar, para que nada se caiga. Pero la realidad es que esa seguridad infalible, esa garantía total, es una utopía.