
El duelo decisivo del torneo 2008-2009 de Bundesliga entre el Bayern Múnich y el Wolfsburgo acabó en un fiasco para el club bávaro. Una goleada histórica en la que brillaron Edin Dzeko y Grafite, y que en muchos sentidos marcó el destino de Jürgen Klinsmann. Este, que había llegado como gran salvador del Bayern, fue humildad nada menos que por Félix Magath, extécnico y rival acérrimo del Bayern Múnich. Lo que vendría después fue insólito y así lo reportamos en aquellos días.