
Piedad Bonnett es de esas escritoras que puede moverse sin dificultades en aguas diversas. Prolífica y premiada poeta, dramaturga, crítica literaria y novelista, ha sabido alimentar su escritura a partir de un desajuste vital con el mundo. A los quince años, luego de leer «Crimen y castigo», de Dostoievski, esta mujer nacida en Antioquia, Colombia, decidió que quería ser escritora. Hoy, con poco más de 70 años, habría que decir que lo consiguió con creces. Hace dos lustros, le tocó vivir una experiencia traumática: Daniel, su hijo de 28 años, se suicidó. El recuerdo de su hijo y el padecimiento del duelo dio forma a una de las novelas más importantes en la carrera de Piedad: «Lo que no tiene nombre». Hace solo unos meses publicó su última novela: «Qué hacer con estos pedazos». Una historia que aborda la insatisfacción marital que se le revela a una mujer a partir de la remodelación de su cocina. Piedad Bonnett confiesa ser amante del té y asegura que de no haberse dedicado a la escritura le habría gustado ser cantante o fotógrafa. Con ella conversamos en Tilde, un podcast que pone el acento en la escritura.