
Nicolás Poblete, chileno, periodista de profesión y con un doctorado en literatura hispanoamericana en la Universidad de Washington, es un escritor que ha construido su obra fuera de las luces y de la faramalla mediática. Por lo mismo, no es casualidad que ya sume doce novelas, un par de libros de relatos y un poemario. Lejos de tomar la literatura como un divertimento, Poblete es de aquellos narradores que entiende la escritura como un bisturí para diseccionar la realidad. Es en este punto donde se advierte la influencia de su maestra, la Premio Nacional Diamela Eltit. Dueño de una prosa inteligente y reflexiva, en su última novela, «Succión», editada por Cuarto Propio, toma la historia de la animita de la Autopista del Sol, la de la Niña Hermosa, para contarnos una historia que aparentemente nos habla del duelo, pero que en el fondo ofrece una mirada crítica sobre la apropiación cultural, el capitalismo, el clasismo y otros padecimientos que han convertido a la sociedad chilena en un mal remedo de lo que alguna vez fuimos o de lo que quisimos ser.