
¿Acaso la nieve desaparece de las cumbres del Líbano? ¿Quedan secos los arroyos helados que fluyen de esas montañas distantes? Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado. Jeremías 18:14-15
REFLEXION: Anhelemos ser absolutamente confiables, no importa cuales sean las circunstancias que enfrentemos; que seamos tan confiables, que todos los días adoremos a Dios, busquemos Su rostro y pidamos su consuelo y dirección.