
Culturalmente crecimos en hogares en donde veíamos que “el amor” soportaba, sostenía y aguanta.
Nos cegamos en el amor y sin darnos cuenta, asumimos un papel de cuidador y hacemos de alguien “un proyecto personal” trabajamos en sus metas, sueños e ilusiones que olvidamos los nuestros.
No hay amor en donde hay faltas de respeto.
No hay amor en donde hay deslealtad.
No hay amor en donde la otra persona busca solo su placer y saciar sus pulsiones.
No hay amor en donde dejas pasar todo eso, no puedes amar alguien sino te amas y respetas primero!.
Bienvenidos a esta nueva era. Gracias por escucharme una vez menos.