
Porque, ¿Con qué fuerzas puedo apoyar si estoy enferma? ¿Con qué recursos si estoy en quiebra? ¿Con qué ánimo si estoy súper agotada? ¡Cómo nos cuesta comprender que sólo cuando estoy feliz puedo genuinamente contribuir a la felicidad de otros! Sólo sana puedo tener fuerzas para dar una mano y sólo plena tengo la facultad de asistir a otros en su propósito.