
La fortitud y la resiliencia están conectadas, pero la fortitud es una virtud de Dios que nos da fuerza interior para enfrentar desafíos sin rendirnos. La resiliencia nos permite adaptarnos y recuperarnos. Como las palmeras, con raíces profundas y troncos flexibles, podemos resistir tormentas y seguir creciendo. Dios nos llama a vivir con fortitud y resiliencia, confiando en Él en todo momento.Ekklesia Miami es una comunidad cristiana con un mensaje relevante, alejada de los estereotipos religiosos, donde la gente puede conocer a Dios de manera personal y descubrir la vida plena y llena de propósito que Él nos dio a través de Jesús.