
Fuimos la última promoción de un colegio de solo chicas. Crecimos sin hablar con varones, compitiendo entre nosotras, sin filtro, sin vergüenza… y sin afeitarnos las piernas. Pero también crecimos sintiéndonos vistas, protegidas, parte de algo más grande.En este episodio hablamos de lo bueno, lo raro y lo traumita que puede dejarte un colegio así: desde cómo aprendimos (o no) a tratar con hombres, hasta cómo nos dimos (muy tarde) nuestro primer beso. Sí, hay drama, pero también amor, nostalgia y muchas risas.