En este episodio conversamos con Lola y El Gringo, una pareja que ha convertido su historia de amor y de vida en un proyecto de abundancia. Con humor y mucha complicidad, hablan de cómo lograron dejar atrás el “trabajo seguro” para apostar por la creación de contenidos, la academia Háblame Gringo y una vida diseñada a su manera. Nos cuentan que la abundancia no siempre está en lo material, sino en momentos tan simples como abrazar a sus hijas un domingo en la tarde sin que falte nada.
Entre anécdotas divertidas sobre el choque cultural, el aprendizaje de idiomas y la importancia de atreverse a equivocarse, Lola y El Gringo nos recuerdan que cada emprendimiento exige disciplina, estructura y también la valentía de soltar para poder anunciar algo nuevo.