Parte 3. Una obra del Espíritu Santo entre los zulúes. Erlo Stegen el predicador del avivamiento cuenta: "Cuando yo era muchacho el pastor de mi iglesia pasó por una crisis; quedó tan agotado y cansado que buscó un médico y el médico era judío, el cual le dijo: "Ustedes cristianos son personas muy nerviosas. Yo no creo que Jesús es el mesías, pero ustedes están llenos de miedo y temor de la muerte". El pastor volvió a su casa avergonzado pero estaba dispuesto a buscar ayuda de cualquiera, pero quería salir de su depresión. Él escuchó hablar de un predicador sencillo, poco preparado, pero era un hombre de Dios. al conversar con él pensó: "yo soy el mejor teólogo, ¿como este hombre podrá ayudarme? Entonces aquel sencillo hombre de Dios le dijo: "vamos a orar aquí; arrodillemonos". Y oró a Dios de esta manera: "Te pido Señor Jesús que permitas que tu luz irrompa". Y la luz irrompió y por primera vez aquel pastor abrió su corazón a Cristo. Después de aquel milagro él volvió a predicar y su vida era otra, y Dios comenzó a trabajar con nosotros." Continuando con testimonio del hermano Markus, él dijo que vió que las personas que iban a Sizabantu volvían transformadas a Alemania y él hizo su viaje para allá en los años 1981 y 1982 cuando él tenía 19 años de edad. Estando en Sizabantu el fue colocado en una cabaña con varios negros y él era el único blanco. Por la mañana una señorita vino y oró con ellos y les sirvió té. Más tarde la misma señorita volvió y le preguntó si él tenía ropa para lavar y él se las pasó sus ropas sucias y la señorita se las llevó para lavar, y eso impactó a él, pues ellos hacían esto todos los días con los visitantes. Cuándo el Espíritu Santo aplica en nosotros la cruz, nos volvemos como Dios dice: "servíos los unos a los otros por amor". Misionero Geraldo Nunes en este sábado, 25/7/2020, Santa Cruz Bolivia. +59179494696