
En la década de 1970, Anneliese Michel, una joven alemana criada bajo el seno de una familia sumamente católica, experimentó una serie de supuestas posesiones demoníacas que llevaron a un trágico exorcismo el cuál también supuso su muerte. La historia de la joven estremeció al mundo eclesiástico y a la sociedad en su momento. Este caso sirvió de inspiración y fue llevado a la pantalla grande a través de la película "El exorcismo de Emily Rose" dirigida por Scott Derrickson.