
En este nuevo episodio de Te Tengo Un Cuento me acompaña Alicia Colella, nutricionista funcional, para hablar sin filtros de un tema que muchas mujeres cargamos en silencio: la relación con la comida, el cuerpo y el constante sentimiento de no ser suficiente.
Durante años confundí disciplina con castigo. Creí que aguantar hambre era sinónimo de fortaleza, que la delgadez era un estatus y que la báscula tenía derecho a decidir si yo era feliz o no. Fui parte de un sistema que premia la flacura aunque duela, aunque enferme, aunque destruya la mente y el autoestima.
Alicia llegó a mi vida cuando ya estaba agotada de pelear con mi cuerpo. Con ella desmontamos mitos que parecen verdad universal: que comer poco es saludable, que las dietas extremas funcionan, que el cardio lo resuelve todo, que “mientras menos, mejor”. No, no es así. La verdadera transformación no empieza con una dieta, empieza con educación, conciencia y valentía para romper con lo aprendido.
En esta conversación hablamos de lo que casi nadie habla:
✅Cómo la cultura de dieta nos roba años de vida y salud.
✅Cómo la desnutrición disfrazada de “fit” destruye tu metabolismo.
✅Cómo la genética, las hormonas y la historia emocional moldean el cuerpo.
✅Cómo comer bien no es una moda ni una estética: es un acto de amor propio.
Este episodio no es una guía de “cómo bajar de peso”. Es una conversación profunda sobre sanar la relación con la comida y con el cuerpo. Sobre dejar de vivir a dieta. Sobre dejar de pedir perdón por comer. Sobre dejar de castigarte para poder pertenecer.
También hablamos de nuestras hijas, de las mujeres que vienen detrás, de la necesidad urgente de dejar de normalizar frases como “hay que sufrir para verse bien” o “la belleza exige sacrificios”. No. La salud no debería doler, ni asustar, ni dar vergüenza.
✅Si alguna vez probaste mil dietas y ninguna funcionó.
✅Si alguna vez sentiste culpa por comer.
✅Si alguna vez te miraste al espejo y no reconociste a la mujer que estaba ahí…
Este episodio es para ti.
Prepárate para escuchar una de las conversaciones más honestas que he tenido. No se trata de comer perfecto, sino de aprender a comer sin miedo. No se trata de un cuerpo ideal, sino de construir una vida donde te sientas en paz contigo misma.