
Las sentencias no son tomadas al azar, los jueces deben fundamentar sus decisiones en base a fundamentos razonables dentro de ellos, un repaso de los fallos precedentes, es decir a través de una revisión de la jurisprudencia.
Es así que el conocimiento de la jurisprudencia adecuada en el momento adecuado permitirá al abogado del siglo XXI fundamentar mejor y salir victorioso en cualquier disputa legal.