
“A veces uno se acerca a una historia con prejuicios… y termina llevándose una lección.
Lo que en mi cabeza era un negocio sin pies ni cabeza terminó siendo una de las conversaciones más bacanas que he tenido este año.
Andrés Ponce —Awa e Coco— ha hecho de todo. Ha vivido con una ventana privilegiada a la experiencia de perseguir sueños, de lanzarse sin red y de aprender sobre la marcha.
Incluso llegó a rozar con sus dedos el edén empresarial, asociándose con una de las cadenas de restaurantes más importantes de la región.
Este episodio no es solo sobre negocios: es sobre cómo el camino, con todos sus giros raros, puede sorprenderte si te atreves a seguirlo.”