
El ciclismo ha tenido muchos escenarios memorables, pero pocos tan llenos de contrastes como el Velódromo de Invierno de París, también conocido como el Vel’ d’Hiv. Este recinto fue, durante décadas, la catedral del ciclismo de pista. Allí se vivieron gestas deportivas, ovaciones estruendosas y noches sin fin. Pero también, lamentablemente, allí ocurrió uno de los episodios más tristes de la historia moderna francesa.