
El escuadrón 731 de la milicia japonesa llevó a cabo durante 10 años cruentos experimentos mal llamados científicos a cientos de miles de civiles durante la Segunda Guerra Mundial, experimentando en ellos armas químicas, biológicas y explosivos, dejando una indeleble marca en la historia moderna de la humanidad poco conocida, ganándose el odio y la desaprobación mundial.