
Al principio, los filtros eran un truco y permitían a los usuarios jugar a una especie de disfraz virtual con el que cambiaban su apariencia por el de otra persona, género, animal, planta o cosa, con la finalidad de divertirse con el cambio.
Sin embargo, en la actualidad su uso desmedido ha sido una bandera roja desde el 2018 por los efectos negativos que ha generado en la salud física y mental de muchos, especialmente adolescentes y jóvenes, lo cual hace que nos preguntemos ¿Realmente los filtros de realidad aumentada realzan los rasgos de belleza estereotipados o suponen ser un escondite para nosotros mismos? Esta pregunta la estaremos respondiendo #SinAwebazones