
Saber decir “no” es una destreza que, junto a la asertividad, constituyen las dos principales habilidades sociales. Decir no requiere entrenamiento, no es una capacidad innata, puesto que no sólo se trata de decir no, sino de saber cuándo y cómo hacerlo, de ahí que se hable de “las técnicas para decir no” y de aprender a decir no, que forman parte de los aprendizajes en habilidades sociales avanzadas.