
A veces la vida te detiene sin pedir permiso.
Un accidente, una pausa, un golpe que cambia los planes… y detrás de eso, una lección que solo se entiende con el tiempo.
En este episodio, cuento la historia de aquel día en Salta en que Andrea se quebró la muñeca y nuestro viaje se frenó de golpe. Lo que parecía un problema terminó siendo una de las experiencias más luminosas del camino. Porque entre la incertidumbre, el miedo y la pausa, apareció algo invisible: una cadena perfecta de coincidencias, personas y señales que nos sostuvieron sin que lo pidiéramos.
Aprendí que no siempre hay que empujar. Que el control es una ilusión y que, muchas veces, lo más sabio es quedarse quieto y escuchar. Que cuando el amor —el real, el que acompaña y sostiene— está presente, todo fluye, incluso en medio del caos.
Este episodio no trata solo de una caída, sino de cómo el universo acomoda las piezas cuando aprendemos a confiar.
Es una invitación a mirar las pausas con otros ojos, a agradecer lo que no entendemos todavía, y a reconocer en lo invisible la fuerza que nos une, nos ordena y nos empuja hacia adelante.
Porque al final, no es lo que vemos lo que nos sostiene…
sino lo que sentimos cuando aprendemos a mirar distinto.
🎧 Escuchá, compartí y contame si alguna vez vos también sentiste que algo —o alguien— te sostuvo cuando más lo necesitabas.