
Imagina si la vida fuera capítulos, y en uno de esos decides dejar de seguir las dos únicas formas de ser determinada por la cultura: ser hombre o ser mujer, sin dejarte más opción, y simplemente te dedicas a ser tú mismo. A expresar lo femenino y masculino que habita en ti y en todos, sin necesidad de darle una etiqueta, un genero o un sexo. Bienvenidos a nuestro capítulo: homosexualidad y homofobia.