
Las personas que enfrentan trastornos por el uso de sustancias o adicciones conductuales, especialmente aquellos que usan drogas ilícitas, deben enfrentar un juicio moral estigmatizante, proveniente de la sociedad. Estas personas experimentan actitudes estigmatizantes o discriminatorias diariamente. Las experiencias que resultan de la estigmatización pueden ser extremadamente angustiantes para las personas que usualmente sienten vergüenza, culpa, enojo, rechazo y un sentido de inutilidad que, a su vez, puede desencadenar en un consumo mayor de susbtancias y otros comportamientos riesgosos.