
Hoy abro mi corazón contigo, sin máscaras.
Este episodio es mi testimonio vivo de cómo pasé de tratar de sostenerlo todo con mis propias fuerzas —mi físico, mi trabajo, mis logros, mi espiritualidad— a soltar el control y rendirme por completo a Dios.
Renuncié a muchas cosas: a la autosuficiencia, a querer manipularlo todo, a las herramientas que ocupaban su lugar.
Pero más que renunciar, lo que hice fue rendir mi corazón, reconocerme como su hija y volver a casa.
Si alguna vez te has sentido agotado(a) de intentar controlarlo todo, este episodio es para ti.
No estás solo(a). Hay un Padre que nunca dejó de buscarte y que no ha renunciado a ti.