
De sólo pensar los precios que pagamos por querer quedar bien con todo el mundo, no comprendo por qué siempre queremos seguir luciendo bien.
Es momento de aprender a creer en ti, de arriesgarte, de confiar, de lanzarte y de olvidarte de la crítica. Finalmente, si hablan a tus espaldas, por algo esos están a tus espaldas.