
Descartes decía:” Pienso, luego existo”. Pero, desde la perspectiva de las enseñanzas de Buda, bien podríamos decir: “Pienso, luego… no estoy aquí”, porque cuando nos perdemos en nuestros pensamientos, no estamos realmente aquí. Para estar realmente presentes, nuestros pensamientos, debe detenerse.