
Dentro de cada uno de nosotros hay una necesidad insistente de aprender, de crecer, de emerger y de hacernos más y más grandes. Laboramos duro en nuestros trabajos, luchamos con nuestras relaciones, impulsándonos a ir más lejos y más rápido y hacer más con menos.
Pero ¿sabemos a dónde vamos?
La verdad está en nuestros deseos. Fijamos nuestro rumbo de acuerdo con lo que falta en nuestras vidas, ya sé amor, paz mental, prosperidad o salud. Miramos el espejo y decimos ¿porque yo? O ¿porque no yo? Preguntamos ¿tenemos algún propósito en la vida? sí lo hay, ¿cuáles es y qué estoy haciendo para alcanzarlo? si no hay propósito será la vida humana mente un accidente de la naturaleza? ¿Será totalmente intransigente todo lo que hacemos en el breve período de nuestras vidas? ciertamente existe algo más que conocernos a nosotros mismos y comprender la vida de aquello que vemos en la superficie de la realidad física. De algún modo aún no estamos allí, donde quiera que allí sea.