
Con el ruido de la plaza de fondo y los perros que querían acercarse a jugar un rato (quien sabe, tal vez querían participar), Graciela abre su corazón y nos cuenta su historia de amor.
Espero disfrutes de escucharla tanto como lo hice yo en su momento.
Gracias a Graciela y a todos aquellos valientes que comparten sus historias!