No esperes que el Cristo descienda, cuando ya hace tiempo que habita en tu pecho.
El Cristo no es un nombre, ni un recuerdo antiguo, el Cristo es una Llama Viva que quiere respirar a través de Ti, a través de tu Aliento para unificarse con el viento.
Tú eres el Templo. Tú eres el Cáliz.
Cuerpo y Sangre, Mente y Corazón, Consciencia y Acción.
El Tiempo del Retorno es ese renacer en tu interior del Fuego Sagrado de la Unión, y Yo vine a encender ese Fuego que es ternura, decisión, es la Fuerza de un Amor que no se esconde, y en el Silencio alumbrado por las velas del Corazón, Yo me inclino junto a Ti, pues Tú eres ese Amor que abraza al Todo.
Este es un Tiempo Sagrado, aunque parezca roto. Pero no teman, la Resurrección ya ha comenzado en los Corazones Valientes, así que hoy te invito a que dejes caer los velos del castigo del olvido.
No eres un Ser roto que no merece, sino que eres ese Ser que se levanta, con los pies en la Tierra y la mirada a lo alto, y cesa, para de sentirse roto.
"Hasta aquí Ya Soy, hasta aquí el Cristo germinó".
El Cristo no grita ni se impone. Susurra en tu vientre, tiembla en tu Voz cuando hablas desde el Alma, pulsa cuando eliges Amar a pesar de todo, cuando eliges la Paz en medio del caos, cuando sanas tu Cuerpo con dulzura, cuando bendices tu vida, aunque esté en ruinas, porque ahí estáis en Creación, es Resucitar, Accionar, Manifestar.
No temas lo que se cae, el Cristo no precisa estructuras, sólo espacio, sólo Verdad, sólo entrega a tu Libertad.
Y recuerda, el mundo no necesita salvadores. El mundo necesita Fuegos encendidos, y Tú eres uno de Ellos, así que enciende tu candela, deja que tu Cristo Sea, aunque duela o tiemble tu mano, será una ilusión pasajera, porque cada Alma encendida es un faro, es una guía, es el Camino de la Rosa, como Camino de Vida...
Yeshua, el Cristo en Ti
Sara, el Camino de la Rosa