
Había una vez un niño llamado Juan que tenía un miedo terrible a la oscuridad. Desde que era pequeño, siempre había tenido pesadillas y le daba miedo quedarse solo en la habitación cuando todo estaba oscuro.Por eso, siempre dormía con la luz encendida y tenía que tener a alguien cerca para sentirse seguro. Incluso cuando era mayor y podía dormir solo, se aferraba a una linterna o a una vela para sentirse más seguro. https://pastorgarcia.com/