El impacto de las regresiones es transformador. Nos permiten sanar heridas emocionales que a menudo ni siquiera sabemos que existen, cambiar patrones repetitivos de comportamiento y liberar el miedo, el resentimiento o la tristeza que nos han estado deteniendo.

Al liberar estos bloqueos, abrimos espacio para que nuevas energías, más ligeras y amorosas, entren en nuestras vidas, alineándonos con nuestro propósito de vida y nuestro verdadero yo.

Uno de los beneficios más profundos de las regresiones es que nos ayudan a reconectar con nuestra esencia divina, esa parte de nosotros que siempre ha sabido lo que es mejor, pero que a menudo queda silenciada por las experiencias y creencias acumuladas. A través de este trabajo profundo, recuperamos el acceso a nuestra intuición, a nuestra claridad mental y emocional, y comenzamos a vivir desde un lugar de paz interior y amor incondicional.

Las regresiones también nos permiten ver nuestras relaciones, nuestras elecciones y nuestras emociones con nuevos ojos. Al explorar nuestro pasado, no solo sanamos nuestro presente, sino que también cambiamos el futuro que estamos creando para nosotros mismos. Este es el poder de las regresiones: desbloquear nuestra alma y abrir las puertas a una vida más plena, más libre y más alineada con nuestra esencia.