
Tuvo que ingresar en psiquiatría; me han dicho que tengo que ir al psiquiatra; a ti lo que te pasa es que estás de psiquiatra; lo tuyo es de los nervios; ¿Tú irías al psiquiatra?... Todo eso se dice, por desgracia ¡todavía da miedo ir al psiquiatra! Pero, sin embargo, en la actualidad la gran masa de personas que acuden a los servicios de Psiquiatría y Salud Mental, que son muchas, y cada día más, somos yo, tú, él, ella…, y: nuestros hijos, niños y adolescentes, sobreprotegidos o sufridores de pendencias matrimoniales; las chicas y chicos universitarios desorientados y sobrepasados; los jóvenes parados, inactivos, con mucho futuro y poco porvenir; los trabajadores afanosos ellos, ellas aún más, que son “personas” superlistas, supertrabajadoras, supermajas, superresponsables y, por ende, superesclavizadas; las madres y padres estresados y agotados, desconciliados; las mujeres maduras postmodernas engañadas, cuarteadas; las parejas a punto de ruptura o en plena guerra de divorcio; las abuelas esclavas y los abuelos desmemoriados; las mujeres y hombres que beben demasiado, o se drogan; las personas viejas víctimas de la soledumbre y la telebasura; los vagabundos y desterrados, sin puente para cobijarse; los penados, encarcelados y excarcelados; los extraños, extranjeros y bárbaros que se aprovechan de nuestra hospitalidad; los quijotes y sanchos y dulcineas que siguen buscando molinos por las manchas inhóspitas. ¿Y saben qué?... pues que a la mayoría les va bien, y al final a les encanta ir al psiquiatra, y a les cuesta más dejarlo que seguir yendo. Eso sucede porque la psiquiatría es una ciencia con fundamentos en neurobiología, estadística, bioquímica, farmacología, psicología humanismo, lingüística… y, cada vez más, en las TRIC y la IA. 🎙️ Escucha el podcast en todas las plataformas de audio linktr.ee/SaludMentalVideoPodcast