
Para aquellos que aún no han encontrado su propósito o están perdiendo su tiempo en trivialidades, los estoicos ofrecen una advertencia clara y una guía práctica: el tiempo es el recurso más valioso que tenemos. No podemos controlar cuánto tiempo tenemos, pero sí podemos controlar cómo lo usamos.
Al vivir en el presente, ser conscientes de la fugacidad de la vida y actuar con propósito y virtud, no solo podemos vivir una vida más plena, sino también evitar la trampa de desperdiciar nuestro tiempo en cosas que no importan.