Llevo mes y medio con la Fujifilm X-E5 y hoy te cuento la verdad desde el uso real: por qué me tiene loco, qué pros y contras le he encontrado y el combo minimalista con el que estoy disfrutando la fotografía como hacía tiempo: X-E5 + 23mm f2.8 (kit), un 56mm TTArtisan 1.8, mini impresora Canon Zoemini y dos flashes retro compactos (Godox IT30 Pro y un Viltrox transparente muy cuco).
También te explico qué está pasando con el stock: el kit con el 23mm está agotadísimo y el cuerpo suelto se ve más disponible. ¿Fracaso? Todo lo contrario: exitazo… y quizá por eso casi no hay vídeos en español con la cámara en mano.
Lo que más me flipa
Color science de Fuji y simulaciones de película (los JPG salen que enamoran).
Tamaño y look retro: no pasa desapercibida, y con los flashes queda brutal.
Versatilidad con el 23mm (eq. 35mm) + el 56mm (eq. 90mm) y el recorte digital.
Lo que no me gusta
Joystick diminuto e incómodo.
Botones de Play/Disp muy arriba: el sensor del visor apaga la pantalla al tocar.
El dial de simulaciones es bonito pero poco práctico; tiro de atajo de botón.
Con recetas custom (F1–F3) me aparece “memorización” y me corta el ritmo entre foto y foto (en ráfaga se mitiga).
Uso personal y toques pro
Me la llevo siempre en una bandolerita Manfrotto y, en trabajos con Sony, la uso para retratos espontáneos con flash y simulaciones. A los clientes les flipa el look directo de cámara.
Si te mola este contenido, dímelo en comentarios: se vienen más vídeos de esta delicia, incluyendo review del 23mm f2.8, TTArtisan 56 1.8, y comparativa de los flashes compactos para Fuji.
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