
He comprobado, corroborado, lo he sentido con la energía recorriendo mi cuerpo, que las señales están, siempre han estado. Señales que nos guían hacia el mejor camino. Pasa que como siempre estamos o pendientes del pasado, pendientes del futuro, víctimas de la toxicidad, no prestamos atención a esas señales que nos pasan a millón por nuestras narices. Pero nosotros tenemos la potestad de aprender de ellas, hacerle caso.
En abril de 2019 tomé la decisión de dejar la radio, coqueteé con la idea de irme del país por todas las condiciones que se atrasaban (Ahora sé que no podemos dejar afectarnos por eso, nosotros creamos el entorno). Sumado a una ruptura sentimental (Craso error darle voluntad a estos episodios), pero en ese momento le echaba la culpa a los demás.