
Era Nochebuena en tierra de nadie. En medio de la Gran Guerra, los soldados prusianos y franceses bajaron sus armas por un rato. Descubrieron que, en realidad, no se odiaban tanto. Jugaron un partido de fútbol que quedaría inmortalizado en la historia, para luego volver a odiarse y seguirse matando. Rodrigo Lauman te lo cuenta acá.