
Un despacho, una mujer herida, un nombre que nadie se atreve a tocar.
Pero a veces basta con una mirada para encender una decisión.
Una historia breve, intensa, donde el silencio pesa más que las palabras.
Y la justicia, tal vez, llegue por un camino inesperado.
Relato original de Diego Cuesta.
Escúchalo… pero sobre todo, siente lo que no se dice.