
Octubre llega con un aire distinto: el ritmo baja, la luz cambia, y la naturaleza parece recordarnos que también nosotros necesitamos detenernos un poco.
Este mes es una invitación a confiar en lo que crece en silencio. A veces, Dios trabaja en lo oculto, en lo que no se ve, pero siempre da fruto a su tiempo.
Tómate un momento cada día. Escucha, respira, confía.Dios sigue obrando, incluso cuando todo parece quieto.