
Los días se vuelven más cortos, el ritmo baja, y la naturaleza con su quietud, nos recuerda que no todo crecimiento es visible.
Es tiempo de confiar en lo que Dios hace en lo oculto.Él actúa en el silencio, en lo pequeño, en lo que aún no entendemos… pero su obra nunca se detiene.
Este mes, regálate un momento cada día:
Respira. Escucha. Confía.Aunque todo parezca quieto, Dios sigue obrando.