
Una de las primeras invitaciones al cristianismo evangélico es "aceptar a Cristo". Usualmente esto es vendido como un borrón y cuenta nueva. Te dicen que todo tu pasado, errores y adicciones Jesús las "clavó" en una cruz y desde ese momento podes empezar una nueva vida. Pero la verdad es que después de "aceptarlo" todo sigue igual en tu casa, en tu vida e incluso en los problemas emocionales que enfrentas. Obviamente la idea de volver a empezar y "tirar" todo es muy llamativo si vives en cualquier país de Latinoamérica. Pero ¿Qué es lo que de verdad te venden al "aceptar a Cristo"?