
El principal objetivo de Hitler era Rusia y ello por dos motivos: porque era Rusia y porque era la Unión Soviética. Me explico: Rusia era considerada por la intelectualidad nazi como un Lebensraum, un espacio vital reservado a la raza germana, en el que debía instalarse y expandirse, con el fin de afianzarse holgadamente como la raza preponderante, pues contemplaban la historia como una lucha entre razas. Para ello era preciso aniquilar o desplazar a los eslavos, a los que consideraban una raza inferior. El segundo motivo era que los nazis poseían el convencimiento de que habían sido los judíos, otra raza inferior según ellos, quienes habían fundado el comunismo, por lo que a veces lo denominaban el “judeo-bolchevismo”. Así pues, destruir el comunismo constituía el primer paso para socavar la influencia judía en el mundo.
La conjunción de ambos motivos hizo que la futura guerra contra la Unión Soviética fuera concebida de antemano como una guerra de aniquilación, cuyo objetivo era masacrar la población existente con el fin de hacerla desaparecer o desplazarla. Dado que su visión del mundo era racista, la guerra que se aprestaban a hacer era fundamentalmente étnica, aunque a esto se puedan añadir otras motivaciones. Ante ellos sólo veían, por encima del hombro, desde luego, eslavos y judíos.