
En el último año del colegio uno no podría estar más emocionado para finalmente poder vivir esa fantástica "experiencia universitaria" que hemos visto tantas veces expuesta en películas y series. Fantaseamos sobre conocer a nuevos amigos que encontraremos seguramente en la primera semana de la universidad y después volvernos inseparables, o irse de la casa y sentirse por fin independientes. Estas eran nuestras expectativas cuando nosotras estábamos a punto de entrar a la U, pero desde eso han pasado tres años y ahora sabemos que la realidad de la universidad está muy lejos a esta fantasía.